
La fibra dietaria puede clasificarse en soluble e insoluble. La fibra soluble sirve para mantener la flora bacteriana y les da energía a las células del intestino grueso. La fibra insoluble es la encargada de absorber agua y aumentar el tamaño fecal para estimular las deposiciones. Ambos tipos de fibra se encuentran en frutas con cáscara, verduras crudas, salvado de trigo, cereales integrales y menestras.
Una dieta con los nutrientes habituales pero baja en fibra, estimula a nivel del intestino grueso la putrefacción intestinal. En este proceso la flora bacteriana toma su energía de los alimentos ricos en proteínas que no son digeridos a nivel del intestino delgado produciendo sustancias que dan mal olor a las heces y generan gases.
Con la ingestión de adecuados niveles de fibra ocurren cambios en el tamaño del bolo fecal, se disminuye el tiempo de tránsito intestinal y se ocasionan cambios en el tipo de flora bacteriana.
La ingesta diaria de fibra en adecuadas cantidades favorece la reducción en el tiempo de tránsito intestinal; por lo tanto, aumenta en la frecuencia de las evacuaciones produciendo una disminución de la putrefacción intestinal y la desaparición del estreñimiento.
En una conferencia dada por la Dra. Marinalva Santos Bandy, Licenciada en nutrición y dietética y Directora del Programa Académico de Nutrición y Dietética de la Unifé se explica más sobre las causas del estreñimiento en los universitarios, las enfermedades causadas por el estreñimiento y cómo prevenirlo mediante un estilo adecuado de vida.
Referencias:
(1) Escudero Álvarez, E y González Sánchez, P (2006)La fibra dietética. En: Nutrición Hospitalaria .21 (Supl. 2) 61-72
(2) MIRANDA ROMÁN, M. Álvaro. Fibra dietaria en la nutrición.
http://www.uaemex.mx/fmedicina/articulos/fibra.pdf
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